miércoles, 18 de diciembre de 2013

Tecnología Punta

Con nuestro mecánico de confianza al otro lado papá parecía más tranquilo. Mamá seguía hojeando nerviosa el manual de instrucciones sin saber bien qué hacer. Papá asía el teléfono inquieto, tratando de transmitir mis síntomas al mecánico lo mejor posible. Yo me sentía bastante incómodo, así que para hacérselo saber, berreaba como un poseso con una frecuencia de dos gritos cada tres segundos exactamente. “No se preocupe, Señor Martínez, suele pasarles a los padres primerizos. Lo que le ocurre a su “bebot” no es más que una obstrucción del espectonador del canglas, conecten la función de limpieza automática y en cinco minutos estará como nuevo”.

3 comentarios:

  1. Esto me suena algo familiar.
    Me gusta, quería opinar ya que hasta ahora no lo había hecho.
    Sigue así, como tu sabes

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  2. Pasa como con los coches, y su maravillosa junta la culata.

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Venga, no te cortes...