sábado, 30 de noviembre de 2013

Caperucita

Las ramas crepitan a mi paso. Hace frío y llueve; me ajusto la capucha de mi gore-tex rojo. Oigo un ruido tras de mí, me vuelvo y alcanzo a ver un corzo que se aleja. Ya no quedan lobos. Entro en la cabaña y me la encuentro en la cama:
- Abuela, ¡qué boca tan grande tienes!
- Ay, hija, ¡cómo iba yo a saber que le dirías a tu madre que habías dormido aquí!

viernes, 29 de noviembre de 2013

Aquel Niño

Pues he pensado, ¿y por qué no? Así que aquí dejo un microrrelato que escribí hace tiempo. Espero que os guste.

Aquel niño era yo. La mirada fija, quieta, perdida en algún punto del vacío. Amagando una sonrisa que no terminaba de brotar. Aquel era yo, sí, pero a ellos, cuando venían a casa y contemplaban absortos la fotografía, les decía que era mi hermano. "Era muy guapo -comentaban- os parecéis mucho, ¿no?" Y yo, "sí, bueno, nos parecíamos -atusando mis cabellos y haciéndolos deslizar entre mis largas uñas lacadas- desgraciadamente, murió hace años en una operación muy delicada. Para mis padres, una tragedia".

Treinta y cinco

Llegado este momento he decidido introducirme en el mundo del blog. Aunque soy un poco vergonzosa a la hora de exponerme en público, el deseo de escribir y de que mis personajes y mundos interiores salgan a la luz me han lanzado como un sputnik (palabra que me encanta) al espacio "internetal". En mi cabeza a veces flotan miles de ideas que se colapsan unas con otras, a veces solo motas de polvo... por eso en ocasiones tendré mil cosas que decir pero en otras diré solo tonterías. De cualquier manera, espero que os animéis a leerlas y que me retroalimentéis con vuestras opiniones (sin ser demasiado crueles, jeje).