martes, 8 de noviembre de 2016

Poderoso Caballero

Sigo observando mi trocito de cielo con cierta insatisfacción. Con su nube, su rayo de sol y con ese rinconcito en el que en ocasiones es posible atisbar hermosos matices irisados. Sin otra cosa que hacer, lo contemplo en su vitrina junto al resto de piezas exclusivas de mi colección, divagando sobre cuál será mi próxima adquisición.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Naufragio

Peina su cabellera con peine de plata y brillantes incrustados:

- Mi amor, ¡somos tan afortunados de haber sobrevivido! Te has vuelto algo reservado pero lo entiendo. Por cierto, no te conté... hace poco ¡qué pesadilla!, soñé que nos quedábamos sin comida. ¿Te imaginas? Tenía mucha hambre y acababa haciéndote una cosa espantosa.

Termina de acicalarse y sorprendida, contempla sus mechones en el peine que él le fabricó con un trozo de madera seca. Los arranca asqueada.

- Solo espero que alguien nos rescate cuanto antes de esta maldita isla o acabaré por volverme loca. 

Él parece que la observara desde la profundidad de sus cuencas vacías, el cráneo ladeado, como autocompadeciéndose.

viernes, 29 de enero de 2016

Instintos

En un mundo en que los seres humanos eran creados en laboratorios el instinto de placer había sido suprimido. Según lo establecido, a Eva le había llegado el momento y aguardaba su turno en la sala de espera. Un hombre con bata blanca la hizo pasar al cuarto sin levantar la mirada de su carpeta. “He olvidado algo”, dijo con voz queda, dejándola sola. Pasaron los minutos y el aburrimiento se apoderó de ella. Y entonces algo empezó a oírse: un quejido contenido, un gemido infinito que recorrió los pasillos del centro clínico, poniendo los pelos de punta a quienes lo oyeron, produciendo cosquilleos desconocidos. El hombre de la bata se apresuró hacia el cuarto y cuando abrió la puerta exclamó alarmado: ¿pero qué demonios esta haciendo con esa probeta?!