martes, 3 de diciembre de 2013

Libre

Este relato lo escribí para esta última semana de Relatos en Cadena, que organizan la Cadena Ser y la Escuela de Escritores. Como suele pasar, no les ha debido de gustar. Aquí os lo dejo ;)


Se durmió soñando que él también podía volar, que saltaba desde la ventana agitando sus pequeños bracitos de arriba a abajo, con el aire acariciándole la cara, sintiendo la adrenalina correr por todo su cuerpo. Soñó que sobrevolaba la ciudad hasta llegar a un bosque frondoso, donde un ataque de alegría le hizo ponerse a gorjear de forma tan hermosa que a él mismo, entre sus sábanas de Popeye, se le pusieron los pelos de punta. Al día siguiente en cuanto se despertó, saltó de la cama y fue corriendo al salón. ¡Vuela!, susurró al abrir la jaula, aguantándose las lágrimas.

2 comentarios:

Venga, no te cortes...