viernes, 24 de diciembre de 2021

Romántica Tarde de Verano

Tumbada, siento la brisa marina, el sol acariciando mi rostro. Me relaja deslizar la arena entre mis dedos y adivinar a ciegas las conchas, las caracolas, las minúsculas piedrecillas. Hace calor y me meto al agua, de un inigualable color azul. ¡Es todo tan hermoso! De pronto, ¡horror!, una medusa me roza, se entrelaza insistente con mis piernas. Qué extraño, no siento escozor. Me desenredo entonces una bolsa, de no se sabe ya qué supermercado. Estoy rodeada de basura flotante. Asqueada, voy a la toalla y veo los dos montoncitos de arena que había formado antes. Las conchas son trozos de plástico roto, las caracolas colillas, tapones de botella. Se jodió el romanticismo.

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