viernes, 24 de diciembre de 2021

Desacompasados

Fedra y yo no terminábamos de cuadrar del todo. No había manera de ponernos de acuerdo. Yo siempre tiraba hacia el lado izquierdo, ella hacia el derecho. Hasta que tuvo el accidente. Desde entonces, todo nos va como la seda. Ahora los dos cojeamos del mismo pie.

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