martes, 20 de marzo de 2018

Roles

¡Ya me las apañaré para pagar las facturas pero no lo soporto más!, gritó con afectación, imprimiéndole el tono más dramático posible. Atraído por la curiosidad, el padre se asomó a la habitación justo cuando la hija pequeña, que tenía un borratajo pintado con rotulador a modo de bigote, le decía a su hermana:
- Cariño, mira a ver las niñas, que tienen hambre.
Y entonces, la hermana mayor, con aire teatral, empezó a hablar entre dientes, haciendo aspavientos y desplazándose por el cuarto aparentemente enojada, recogiendo ropa y juguetes y libros y metiéndolos bruscamente en una maleta.

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