lunes, 24 de septiembre de 2018

Harto de Reproches

“¿Me oyes? Toda la vida igual, con esa cara de pánfilo, que no sé cuándo me escuchas ni cuándo no. Aunque mejor así, porque luego cuando te pones a hablar ya no hay quien te calle. Bueno, te callaba. Seguro que ha sido por los puros, mira que siempre te he dicho que odiaba ese olor pestilente. O por salir sin abrigarte bien. ¡Si me hubieras hecho más caso!”
Su marido lucha por no revolverse en su lecho de muerte, tentado de abrir los ojos y darle el susto de su vida pero opta por descansar en paz. Al fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Venga, no te cortes...