Dos relatos a partir de la misma frase: "La rata sonrió en aquel momento".
Justicia Poética
La rata sonrió en aquel momento al verla. Era un simple roedor vagando por una ciudad cualquiera y había encontrado aquel edificio por casualidad: automáticamente su diminuto cerebro comenzó a proyectar con nitidez imágenes de una vida anterior como humano que lo hicieron estremecer de hocico a rabo. Subió como pudo las escaleras, tan conocidas, y esperó ante la puerta. Sonrió al verla salir con su melena suelta, la misma sonrisa radiante. Pero verlo a él agarrándole la mano lo transportó inevitablemente al instante de su violenta muerte. “¡Maldito cabrón!”, gruñó. Y como una revelación, recordó que aquel malnacido era terriblemente alérgico. A las ratas.
Juguete Roto
La rata sonrió en aquel momento y exclamó: “¡Y no olviden supervitaminarse y mineralizarse!”. Contrariado, el director gritó ”¡corten!”. Quería saber por qué narices no decía su mítica frase en pleno vuelo. “Últimamente está algo desmejorado, necesita descansar; ya sabes, los años pasan para todos”, explicó su representante. Pero un oscuro secreto se cernía sobre el defensor de la comida saludable. Algo que empezó de forma accidental pero que poco a poco se había convertido en un serio problema. Días más tarde los titulares de los periódicos se hacían eco de la noticia: “Super Ratón aparece muerto en su casa. La supuesta causa, una sobredosis de azúcar”.
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