martes, 18 de mayo de 2021

Magia Potagia

Habían hecho el mismo número cientos de veces, desde aquella época en la que aún eran felices. Siempre salía perfecto (más le valía) pero esta vez el truco salió mal: su mujer no apareció por donde tenía que aparecer. Miraba una y otra vez la trampilla, sin llegar a comprender. Tratando de disimular su ira delante de toda esa gente, se quitó la chistera para empapar su sudor con un pañuelo. “Se va a enterar”, pensó. Pero se equivocaba. Antes siquiera de que él saliera del teatro ella ya estaría cogiendo un avión, alejándose de él para siempre.

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