miércoles, 16 de junio de 2021

La Cueva

Hacía una tarde perfecta para un paseo por el bosque. Decidí desviarme del camino y andando entre la maleza me topé con una pequeña cueva. Olía horrible y era demasiado estrecha pero mi curiosidad superó al miedo. Encendí la linterna del móvil: estaba oscuro y había mucha humedad. Avancé varios metros cuando un extraño ruido brotó del lugar donde me encontraba y de pronto, sin saber cómo, una llamarada me expulsó hacia la otra entrada. Cuando conseguí incorporarme no me lo podía creer: acababa de salir de un dragón que me miraba tan sorprendido como yo a él.

jueves, 3 de junio de 2021

Objetos Peligrosos

Lo que pasa en mi casa últimamente es un misterio. Todo empezó con las desapariciones de pequeños objetos de forma aparentemente aleatoria. Mi hermana fue la primera en quejarse de que le faltaba su mochila pero como es bastante despistada, no le hicimos caso. Hasta que mi madre echó de menos el mando de la tele. Nos hizo poner la casa patas arriba porque ella sin mando no puede vivir. Todavía no ha aparecido. Después hemos perdido de todo: abrigos, libros, incluso alguna silla. Ahora la cosa se ha puesto realmente seria, desde ayer nos falta mi padre. Anoche cuando me fui a la cama se había quedado dormido en el sofá. No me atrevo ni a levantar los cojines.

La Primera Vez

“Tanto tiempo planeando este momento juntos. Nuestra primera vez. Las luces de la ciudad brillan para nosotros. Me ha costado mucho conseguir este apartamento pero las vistas sin duda merecen la pena. Sin embargo… la veo incómoda. He ido a besarla y se ha apartado, juraría que quiere soltarme la mano, alejarse de mí. Quizás no está preparada.”

- ¿Estás bien?

- Sí, muy bien. El sitio es precioso, ¿no crees?

“Mierda, ¿lo habrá notado? Con los nervios y la emoción se me han revuelto un poco las tripas. En cuanto se disipe el olor me lanzo a su cuello.”


Apariencias

Era pura elegancia en su vestir y en sus maneras. Allá donde aparecía todo el mundo la contemplaba con admiración, extasiados por su belleza, pasmados por sus movimientos suaves y gráciles. Nada de lo que la rodeaba estaba dejado al azar. Cuidaba su apariencia al detalle. No era mujer de muchas palabras, y cuando le hablaban se limitaba a responder con monosílabos, cubriendo delicadamente con su mano esa boquita de piñón que hacía juego con su cara perfecta. Raras veces se relacionaba con algunos afortunados y nunca iba acompañada. No había una persona en la ciudad que no muriera de ganas de disfrutar de su compañía. El misterio de lo desconocido se ceñía alrededor de la vida de esta hermosa mujer como si del envoltorio de un delicioso dulce se tratara. Nadie imaginaba la pestilencia que ocultaban esos perfumes caros ni los sapos y culebras que le salían cuando al llegar a casa, abría la boca, después de toda una jornada manteniéndolos a raya.

lunes, 24 de mayo de 2021

Relatos Ratoniles

Dos relatos a partir de la misma frase: "La rata sonrió en aquel momento".

Justicia Poética

La rata sonrió en aquel momento al verla. Era un simple roedor vagando por una ciudad cualquiera y había encontrado aquel edificio por casualidad: automáticamente su diminuto cerebro comenzó a proyectar con nitidez imágenes de una vida anterior como humano que lo hicieron estremecer de hocico a rabo. Subió como pudo las escaleras, tan conocidas, y esperó ante la puerta. Sonrió al verla salir con su melena suelta, la misma sonrisa radiante. Pero verlo a él agarrándole la mano lo transportó inevitablemente al instante de su violenta muerte. “¡Maldito cabrón!”, gruñó. Y como una revelación, recordó que aquel malnacido era terriblemente alérgico. A las ratas.

Juguete Roto

La rata sonrió en aquel momento y exclamó: “¡Y no olviden supervitaminarse y mineralizarse!”. Contrariado, el director gritó ”¡corten!”. Quería saber por qué narices no decía su mítica frase en pleno vuelo. “Últimamente está algo desmejorado, necesita descansar; ya sabes, los años pasan para todos”, explicó su representante. Pero un oscuro secreto se cernía sobre el defensor de la comida saludable. Algo que empezó de forma accidental pero que poco a poco se había convertido en un serio problema. Días más tarde los titulares de los periódicos se hacían eco de la noticia: “Super Ratón aparece muerto en su casa. La supuesta causa, una sobredosis de azúcar”.                                                                                

De cuando a Super Ratón le iba mejor...           

Lunares

Cuando recibí la llamada supe que algo horrible había ocurrido. En cuanto llegué a la comisaría mi marido se lanzó a mis brazos deshecho en lágrimas, devastado. No solo había perdido a su hermano gemelo, sino que encima su muerte se había producido en circunstancias extrañas. Los agentes nos recomendaron ir a casa a descansar. Nos acostamos un rato, y entre lágrimas, y con las sensaciones a flor de piel, acabamos haciendo el amor. Al terminar, como un ritual, busqué con mis dedos los lunares de su espalda. "¿¡Dónde están sus lunares!?" Lo miré y vi cómo una extraña sonrisa se dibujaba en su rostro. “Haría cualquier cosa por ti, ¿sabes?”, murmuró.

Ocurrió en Francia

El atraco había salido tal y como esperaban y tras una acelerada persecución consiguieron escapar de la policía. Cuanto más cerca estaban de atraparlos, más calientes se ponían, así que, como era costumbre, fueron a celebrarlo en su buhardilla del Quartier Latin por todo lo alto: una tarde de sexo intenso para liberar la adrenalina acumulada. Tenían la sensación de que acabarían atrapándolos y eso les excitaba aún más. Tras varias horas de gritos y gemidos por fin llegó la calma. Los tres gendarmes que esperaban apostados al otro lado de la puerta se decidieron a entrar.