miércoles, 20 de mayo de 2020

Estado de ánimo: primavera


"La primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido". Así empezaba una redacción sobre la primavera que tuve que escribir una vez en el colegio. La profesora me dijo que la había escrito con ayuda. Tal vez le parecía raro que una niña fuera capaz de escribir un poema por sí sola. No se imaginaría que la primavera también me había invadido. (Es curioso cómo a veces las personas que tendrían que alentarnos a incidir en nuestras capacidades son aquellas que nos desmontan todo el castillo, pero bueno, ese sería otro tema sobre el que se podría hablar largo y tendido.)

Antes de nada, he de decir que soy una de esas afortunadas que vive en un pueblo. Normalmente lo considero una ventaja; la vida tranquila del campo y el contacto directo con la naturaleza son puros privilegios, pero en la situación en la que nos encontramos hoy día, lo es mucho más.


Hoy caminando por el monte me ha invadido esa emoción que solo experimento en primavera, una especie de euforia muy similar a la que me entra cuando me pongo a bailar, una sensación de que todo está bien. La vida resurge y todo se llena de colores: de las flores, los insectos, del verde de los árboles, de la hierba. La luz del sol se refleja en ellos y lo inunda todo de belleza.


Cuando caminaba me ha venido a la cabeza aquella redacción que escribí hace tantos años. "La primavera ha venido y nadie sabe cómo ha sido". Frase más que apropiada para este momento que nos ha tocado vivir. Hace unas semanas estábamos encerrados prácticamente sin poder salir y muchas personas seguramente ni se percatasen de cuándo se produjo la explosión, ni siquiera por la fecha, pues al menos yo ya no sé si es martes, viernes, abril o junio. Así que al final, cuando hemos comenzado a salir, esa maravillosa fuerza nos ha dado de lleno, como de imprevisto.

Pues sí, la primavera ha venido y va a quedarse todavía un ratillo, así que aunque no sepamos bien cómo ha sido, ¡disfrutémosla a tope!


lunes, 6 de abril de 2020

El Principio de Algo Nuevo

La propia de los buenos espantapájaros digamos que la cumple. Solo que este no es para los pájaros, claro. Al principio solo se atrevían a acercarse por la noche a robar maíz, uvas, manzanas, aunque con el paso del tiempo se han vuelto más osados, saben que no es más que un monigote. Están intentando organizarse para recuperar lo que consideran suyo pero después de la cuarentena ha quedado claro que los animales no van a dejarse ganar terreno tan fácilmente.

lunes, 16 de marzo de 2020

Sobre cálculos II: Mentirijillas Desesperadas

Mis cálculos son falsos, así como las cefaleas en racimo. No tengo inflamación de próstata, ni se me olvidan las cosas. Por no tener, no tengo ni alopecia, ¡a mi edad! La verdad es que físicamente estoy hecho un toro pero ella no debe enterarse. Todo empezó una noche cuando, pensándose que estaba dormido, la oí hablando por teléfono con su hermana. Al día siguiente cuando nos despertamos, me aseguré de que me viera agarrándome el pecho dramáticamente, exclamando con cara de pánico, ¡se me está extendiendo al brazo! Desde entonces, los achaques son regulares, sé que si estoy enfermo será incapaz de dejarme.

Sobre cálculos I: Iguales

Mis cálculos son falsos. Suele pasarme cuando la tarea se complica un poco, así que si después de intentarlo un par de veces me sale error, lo dejo. No me preocupa demasiado, una vez en casa siempre lo resuelvo. Marta, mi mujer, es una experta. En la empresa no lo digo, claro, podrían echarme. Me gusta mi trabajo, cobro bien y además, mi puesto tiene cierto valor sentimental. Gracias a él nos conocimos Marta y yo. Los dos éramos candidatos para la misma plaza, qué cosas, ¿eh? Al final me contrataron a mí porque estaba mejor cualificado.

lunes, 9 de marzo de 2020

El Don de la Abuela

"Llegará pronto", decía la abuela, y a los diez minutos el susodicho estaba entrando por la puerta. Recuerdo la primera vez que me eché un cigarrillo. Me lavé a conciencia y aún así, horas más tarde, gritó desde su cuarto: "¡Eres muy niña para fumar!". Los domingos, en las comidas familiares, comentaba desde el jardín, "se va a pegar el puchero". Y a veces: "hueles a lágrimas, ¿estás bien?". Nunca se equivocaba. A la nariz de mi abuela no se le escapaba nada. Un día, sin motivo aparente, organizó una gran fiesta. Invitó a toda la familia, preparó comida deliciosa; fue un día inolvidable. También a ella la olió venir y quiso despedirse de todos nosotros a lo grande.

lunes, 2 de marzo de 2020

Casi Idéntico

Y ella finge que se lo cree. Después de más de diez años de matrimonio por fin la mira con ternura, la acaricia apasionadamente. Le dice cosas que jamás le habría dicho: “Te amo desde el primer día en que te vi”, le susurra cuando le hace el amor como nunca antes. “Haría cualquier cosa por ti”, y ciertamente lo ha demostrado. Así que ella hace como que no sospechara nada, total, nadie más lo hará, de puertas afuera siempre fue el marido ideal. Sin duda ella sale ganando. Así que finge creer que es él y que en aquel extraño accidente el que murió fue su gemelo.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Mentes Enfermas

Fui a visitar a mi padre y le confesé lo que había hecho. Necesitaba desahogarme y sabía con certeza que él nunca me delataría. El horror se iba reflejando en sus ojos vidriosos a medida que le describía los detalles más truculentos hasta que, como esperaba, su expresión mutó en un instante del espanto y el asco a la tranquilidad más absoluta. Ya lo había olvidado. Con la mirada perdida preguntó: ¿nos conocemos de algo?