lunes, 18 de febrero de 2019
Poseso
Los padres de Tomás insistían en recuperar al estúpido de su hijo. “Siempre supimos que se trataba de algo sobrenatural”, afirmaban. Cubierto de ceniza y con los ojos vendados, Tomás yacía en el suelo, sus muñecas y tobillos atados a unas estacas. Sus progenitores observaban el grotesco espectáculo, aliviados de que por fin sus plegarias hubieran sido escuchadas. Tras horas de ritual, el chico comenzó a convulsionar. “Me pica el culo”, dijo entre carcajadas. El exorcista, que paulatinamente había ido perdiendo ese aire de paz y tranquilidad infinitas, arrojó las ramitas humeantes que tenía en la mano y sentenció: este chico lo que es es imbécil. Yo no puedo hacer nada.
lunes, 24 de septiembre de 2018
Harto de Reproches
“¿Me oyes? Toda la vida igual, con esa cara de pánfilo, que no sé cuándo me escuchas ni cuándo no. Aunque mejor así, porque luego cuando te pones a hablar ya no hay quien te calle. Bueno, te callaba. Seguro que ha sido por los puros, mira que siempre te he dicho que odiaba ese olor pestilente. O por salir sin abrigarte bien. ¡Si me hubieras hecho más caso!”
Su marido lucha por no revolverse en su lecho de muerte, tentado de abrir los ojos y darle el susto de su vida pero opta por descansar en paz. Al fin.
Su marido lucha por no revolverse en su lecho de muerte, tentado de abrir los ojos y darle el susto de su vida pero opta por descansar en paz. Al fin.
lunes, 17 de septiembre de 2018
Emancipada
El baúl de los juguetes está cada vez más vacío y el cerdo cada vez más lleno. Hace sus cálculos y esboza una sonrisa al pensar que las Navidades están cerca. La idea llevaba tiempo rondándole la cabeza pero lo que pasó este último verano acabó de convencerla. Aquella horrible sensación de ahogo, ¡y verlos allí pegados a sus pantallas sin percatarse de nada! Lo peor de todo fueron sus lamentos al darse cuenta de que se lo habían perdido. Habría sido un bombazo para subir a las redes… ¡Vaya padres! ¡Suerte que había socorrista! Decidido, este enero rompe la hucha.
miércoles, 15 de agosto de 2018
Limbo
-La muerte se ha olvidado de nosotras, dijo que volvía enseguida y seguimos esperando.
-Perdone, últimamente estamos desbordados. ¿Quiere poner una reclamación?
-Solo quiero respuestas. La incertidumbre me consume.
-Entonces quiere ubicación.
-Sí, supongo.
-Un momento. Son dos, ¿verdad?
-Sí.
-Ahora mismo en la planta de arriba solo queda una plaza disponible. Pueden seguir esperando pero no sé cuánto tardará en salir otra.
-Que vaya ella entonces. Ya me quedo yo.
-Si no en el subsuelo hay dos plazas.
-En ese caso lo mejor será que vaya yo al subsuelo y ella a la planta de arriba. Mi suegra la pobre lleva muy mal lo del calor.
-Perdone, últimamente estamos desbordados. ¿Quiere poner una reclamación?
-Solo quiero respuestas. La incertidumbre me consume.
-Entonces quiere ubicación.
-Sí, supongo.
-Un momento. Son dos, ¿verdad?
-Sí.
-Ahora mismo en la planta de arriba solo queda una plaza disponible. Pueden seguir esperando pero no sé cuánto tardará en salir otra.
-Que vaya ella entonces. Ya me quedo yo.
-Si no en el subsuelo hay dos plazas.
-En ese caso lo mejor será que vaya yo al subsuelo y ella a la planta de arriba. Mi suegra la pobre lleva muy mal lo del calor.
domingo, 12 de agosto de 2018
Un, Dos, Tres, Zapatito Inglés
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La foto es mía |
lunes, 18 de junio de 2018
Pesadillas
Hablar de muertos vivientes lo tranquiliza, cuando se despierta me acuesto con él e invento historias de zombis. Con tres añitos lo hace a menudo, así que no duermo mucho y me paso el día con las gafas de sol de acá para allá. A veces hasta me quedo dormida con ellas puestas. Su padre, que encima tiene la culpa de todo, ni lo oye. Yo quería que el niño siguiera con su vida pero él se empeñó en que teníamos que convertirlo también. Estoy pensando en comprar un ataúd doble porque como esto sea así para toda la eternidad, antes me clavo una estaca.
lunes, 11 de junio de 2018
Ermitaños
Los dejaremos entrar y les sonreiremos, es de buena educación hacer sentir bien a los huéspedes. Les ofreceremos un caldo caliente, ropa seca. Les llamará la atención la actitud desafiante del oso pardo que hay en la entrada, la elegancia de la pose del lobo del comedor. Al terminar el caldo se quedarán dormidos.
Sabemos que todo esto sucederá en cuanto los vislumbramos desde la ventana, caminando perdidos por la nieve. Será un gran ejercicio de autocontrol hacer de buenos anfitriones, ni en sueños habríamos imaginado mejores ejemplares.
Sabemos que todo esto sucederá en cuanto los vislumbramos desde la ventana, caminando perdidos por la nieve. Será un gran ejercicio de autocontrol hacer de buenos anfitriones, ni en sueños habríamos imaginado mejores ejemplares.
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