- ¡... y además nos hace daño! -
protestó mi hermana.
Yo habría añadido a la lista que
empiezan a mirarme raro en el cole pero tras ver la cara de decepción
de mamá no me atreví. Estar dos años en el paro ha despertado,
desgraciadamente para nosotras, su lado más creativo. Primero fue el
diseño de ropa infantil con nuevos materiales: se manifestaron
todos alergénicos. Sufrir en nuestra propia piel el cursillo de
peluquería y “tintes divertidos” para niños resultó también
bastante traumático. Esta vez, al ver los botecitos de colores nos
tranquilizamos. Hasta que sacó la máquina de tatuar...
Que peligro!!!
ResponderEliminarCuidado con la creatividad de esa madre...