martes, 9 de enero de 2018

Cuando el Amor no es Suficiente

Bucear en el lago que había al lado de casa la conectaba con su pasado. Se despojaba de las ropas y se zambullía en sus aguas cristalinas para liberar un poco el nudo que habitaba en su pecho. Nadaba con las piernas muy juntas, como si fueran una. A veces iba al acuario y se quedaba absorta mirando los peces: sus brillantes escamas hacían resbalar el sabor salado por sus mejillas. En casa trataba de disimular, pero eran sus ojos tristes los que sonreían a su marido. 
Aquel día a él no le sorprendió su nota de despedida.

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