Un intento fallido más en Relatos en Cadena. Os advierto que este micro no es ni ñoño ni tonto. Más bien un poco macabro...
Suspiró profundamente y recogió dos que se le habían caído al suelo, incorporándose con cierta dificultad. Dibujó una sonrisa forzada, sintiendo la tensión del último lifting en su dentadura postiza y devastado, pero tratando de mantener el tipo ante aquel público horrorizado, comenzó a atusar hacia atrás sus canas teñidas de negro. Si la hubiera hecho caso... pero aceptarlo era demasiado duro: el gran Ron Maney, encantador de mujeres y lanzador de cuchillos de fama mundial, medio sordo, medio ciego y con crecientes síntomas de Parkinson. La recordaba preocupada, diciéndole "¿no crees que es hora de retirarse?", mirándolo con sus hermosos ojos azules, ahora dramáticamente separados por aquel cuchillo.
Jaaarrrrrr
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