miércoles, 29 de abril de 2015

Dos Pájaros de un Tiro

El incómodo cadáver del mediador familiar llevaba ya varios días debajo del sofá. Él, cada vez que entraba en el salón, arrugaba la nariz con disgusto y abría la ventana de par en par con grandes aspavientos, asegurándose de que lo viera. Esperaba que ella se encargara, como hacía siempre con todo. Está bien -pensó ella- lo mismo me da dos que uno.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Cuentacuentos / Ipuin kontalaria

Un día se me ocurrió la locura de proponerle a la bibliotecaria de mi pueblo hacer un cuentacuentos de La Puerta Mágica. En euskera (por eso lo de locura, ¡mi primera vez!) He aquí el cartel:


El viernes pasado lo puse en práctica y a pesar de que los nervios me jugaron alguna mala pasada los niños salieron contentos, que es lo importante.

Aquí me tenéis metida en la piel de mi alter ego
Si a alguien le interesara, aparte de en euskera, puedo hacerlo en castellano, inglés y si me apuráis, en alemán. No tenéis más que decirme. Pues eso, ahí lo dejo ;-P


martes, 10 de febrero de 2015

Oculto

Le faltarán, al menos, un par de centímetros para alcanzar la barra del trapecio pero nadie sabe de esas discretas alzas que lleva metidas en las zapatillas. Tampoco sospechan que su cuidada cabellera rubio platino no sea natural, ni que esos huidizos ojos azul celeste, que tienen enamorados a la mitad de sus compañeros, sean lentillas. Nadie se imagina que Svetlana es en realidad el desaparecido Manolo Pérez.

jueves, 22 de enero de 2015

Sopa de Cebolla

Observó sorprendido cómo se lavaba frenéticamente las manos por enésima vez. "Es ese olor a cebolla", se excusaba.
Con los ojos todavía enrojecidos sirvió la sopa. Parecía abstraída. Unas manchas parduzcas en su vestido llamaron su atención, por lo que dirigió una mano hacia ella, que se apartó bruscamente dedicándole una mirada extraña. Él, por dar conversación, comentó: "Está muy rica".
- Son del huerto de Matilde. He estado en su casa.
Él enmudeció. Se limitó a sorber nervioso de la cuchara. Ella lo contemplaba como impaciente; su plato intacto.
- ¿Y tú no comes?

lunes, 12 de enero de 2015

Pobre Chico

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd. ¡Qué inesperado, tan joven -decía la gente- y con lo de vuestros padres tan reciente!. Yo hacía lo propio; con la mirada perdida, enjugaba mis ojeras sin tener que ocultar el temblor de las manos. ¡Tengo que irme!, grité desesperado. Los allí presentes me miraron comprensivos. Me eché a correr. Tenía que apresurarme si quería llegar a tiempo a mi cita. Le gustaría saber que pronto... solo necesitaba que me fiara una vez más.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Autoedición, autosubvención...

¡Por fin! Después de tanto tiempo con la idea rondándome la cabeza, lo he hecho: he autoeditado los álbumes ilustrados La Puerta Mágica y su versión en euskera Ate Magikoa y El Remedio contra la Mala Suerte. ¡Bieeeeeen!

El caso es que acabo de ser madre y mira tú por dónde, quiero disfrutar de los primeros meses de vida de mi hijo, así que me voy a pedir excedencia. Si viviéramos en otro país, como Alemania o Estonia por ejemplo, pues las cosas serían bastante diferentes pero como por estos lares no nos lo ponen nada fácil cada uno intenta sacarse las castañas como puede. Así cualquiera aumenta la tasa de natalidad, ¿no?... en fin, pues eso, que tengo cuentos hechos con mucho cariño recién horneaditos esperando ser entregados a niñ@s deseosos de pasar un buen rato y de aprender alguna cosilla que otra... ;-)


Contacto: sarapintoh@hotmail.com

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Ipar Haizeak

Baziren egunak haize-bolada gogorrek Sakana astintzen zutela. Hainbat zuhaitz apurtu ziren eta teilatu asko hondatu ziren. Gau hartan, Ziordiara lanetik itzultzen nintzenean, bolantea indarrarekin eutsi behar nion autoa kontrolatzeko. Etxean haizea alde guztietatik nabaritzen zen eta beldur pixka bat ematen zuen. Nire txakurra ere urduri zegoen. Zerbait afaldu nuen eta berehala ohera joan nintzen. Normalean lo seko geratzen naiz, baina egun hartan zerbaitek esnatu ninduen. Txakurra entzun nuen zaunkatzen eta haserretuta isiltzea agindu nion. Hurrengo egunean altxatu nintzen eta sareta igo nuenean harrituta gelditu nintzen. Bestaldean, ni bezain harrituta, Urbasako ardiek tinko begiratzen ninduten.