Antes de que vuelvan papá
y mamá de ganarse el pan en las tiendas del barrio, lo tenemos todo
listo. Hasta que encuentren algo que nos saque de esta situación, esa
es su tarea y esta la nuestra. Nuestra propuesta de la semana ha
hecho sonreír a sus miradas ojerosas de los últimos días: Gabriela ha
logrado hacer acrobacias con el gato y yo he conseguido que el perro recite a su manera la “Canción del Pirata”.
- Cuando vean todo lo que podemos hacer, ¿nos dejarán quedarnos en casa?, pregunta Gabriela con esa inocencia única
de la infancia.
- Nunca se sabe, hija,
nunca se sabe.
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